Por qué todo el mundo debería saber que la psoriasis no es contagiosa

La falsa creencia de que la psoriasis es contagiosa solo lleva a que exista discriminación y a que se fomente la estigmatización

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La psoriasis no es contagiosa. Sin embargo, los síntomas más visibles de la psoriasis (manchas rojas, inflamadas de la piel, placas y piel seca) a menudo se confunden con erupciones causadas por virus y bacterias que pueden transmitirse de una persona a otra. A continuación, te explicamos que la psoriasis no es contagiosa.

Por qué la psoriasis no es contagiosa

Aunque todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre la psoriasis, las investigaciones realizadas durante las últimas dos décadas nos han permitido entender mejor qué es lo que realmente sucede debajo de la piel de una persona con esta condición.

La psoriasis es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca a las células sanas del cuerpo. Otras enfermedades autoinmunes incluyen esclerosis múltiple, artritis reumatoide, diabetes tipo 1, lupus, enfermedad celíaca, tiroiditis de Hashimoto y muchas otras.

Cuando se trata de la psoriasis, se cree que sistema inmunológico se vuelve hiperactivo, produciendo células de la piel a un ritmo mucho más rápido de lo normal. Cuando el cuerpo no puede deshacerse del exceso de células de la piel se produce la formación de placas en la piel. La inflamación, una de las características claves del sistema inmunológico, también contribuye a los síntomas visibles de la psoriasis.

El porqué de que el sistema inmune se comporte de esta manera sigue siendo en gran parte un misterio. Algo desencadena que el sistema inmunológico comience a atacar ciertas células en ciertas partes del cuerpo. Se cree que se debe a una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida, los cuales definen el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes y de que determinados virus y bacterias puedan actuar como desencadenantes.

Pese a que ciertos virus y bacterias pueden desencadenar enfermedades autoinmunes, los síntomas de la psoriasis no son están causados directamente por los virus y las bacterias, como lo son los síntomas del herpes, la varicela o el sarampión. Las tres últimas, junto con otras infecciones, son contagiosas.

En pocas palabras: la psoriasis no es contagiosa, por lo que sería absurdo mantenerse alejado de alguien con psoriasis, evitar el contacto o incluso preocuparse por compartir una piscina con ellos.

Básicamente, no existen motivos para tratar a una persona que vive con psoriasis de manera diferente a cualquier otra persona.


Aquí puedes conocer más sobre otros tipos de psoriasis:


Por qué es importante acabar con los conceptos erróneos sobre la psoriasis

Las personas que viven con psoriasis siempre han tenido que lidiar con la discriminación. La condición todavía se asocia erróneamente con la lepra, una enfermedad de la piel contagiosa que se ha estigmatizado desde los tiempos bíblicos cuando los “leprosos” fueron exiliados de las aldeas.

Si bien las personas con psoriasis pueden no ser exiliadas de la misma manera hoy en día, muchas todavía se sienten aisladas del resto de la sociedad.

Un ejemplo perfecto se puede encontrar en los resultados de una encuesta publicada el año pasado en la que el 40% de los participantes no querrían darle la mano a alguien que vive con psoriasis.

Más de la mitad no querría salir con alguien con la condición. Un tercio ni siquiera querría a alguien con psoriasis en su hogar.

El impacto que tiene la discriminación en la vida de las personas que viven con psoriasis se refleja en el Informe sobre la felicidad mundial de personas que viven con psoriasis, una empresa de The Happiness Research Institute y LEO Innovation Lab, que se basa en las respuestas de casi un cuarto de millón de personas que viven con psoriasis.

El número de personas que viven con psoriasis y que dicen sentirse solos, estresados y miserables es mucho mayor que la población general, sobre todo en ciertos países. Dentro de los países con peores puntuaciones en varias categorías, se encuentran los EE. UU., Reino Unido, Australia y China.

“Cuando tuve graves brotes simplemente no quería salir de la casa. La psoriasis afectó mi autoestima: cuando las personas me miraban fijamente y hacían comentarios a mí o a sus amigos, me estresaba y creaba mucha ansiedad”.

  • Marie, participante de PsoHappy.

Un estudio publicado en 2010 demostró que las personas que viven con psoriasis tienen entre un 39% y un 31% más probabilidades que el resto de la población general de ser diagnosticadas con depresión y ansiedad respectivamente.

Además del aislamiento y la discriminación que viven aquellas personas con psoriasis, el estrés puede ser uno de los desencadenantes más comunes de los brotes de psoriasis. El estrés causado por la discriminación puede crear un círculo vicioso en el que los síntomas físicos y mentales se exacerban entre sí.

Este ciclo puede ser extremadamente difícil de romper. Por ello, el hecho de lograr entender mejor la psoriasis ayudaría a disminuir el estigma, lo que a su vez reduciría la probabilidad de aislamiento social, soledad, estrés, ansiedad, depresión y otras consecuencias similares a las que se enfrentan las personas con psoriasis.

Qué puedes hacer tú

En general, las personas no discriminan a quienes viven con psoriasis por malicia. Más bien, generalmente es una consecuencia de no entender la condición y ejercer la precaución instintivamente. Después de todo, nadie quiere atrapar una erupción cutánea contagiosa.

Si tienes un amigo o familiar con psoriasis, hay un montón de consejos que puedes encontrar en internet sobre ciertas pautas que puedes seguir para convertirte en un apoyo. Además, informarte sobre la psoriasis hará que estés más preparado para hablar del tema de manera más abierta.

Las encuestas, como las citadas en el artículo, han demostrado que aquellas personas que no conocen a alguien que vive con psoriasis suelen tener conceptos erróneos. La preocupación de que la condición pueda ser contagiosa es probablemente el mito más común de todos y el más dañino a su vez.

Incluso si no conoces mucho sobre la condición, el simple hecho de saber que la psoriasis no es contagiosa puede evitar que trates a otra persona de una manera errónea y que los haga sentir aislados. Teniendo esto en cuenta, lo mejor que puedes hacer si te enteras de que alguien tiene psoriasis es tratar a esa persona igual que tratarías a cualquier otro.

Eso no significa que tengas que evitar el tema o evitar hacer preguntas (si es apropiado y se hace con respeto, muchas personas apreciarán que quieras conocer más sobre la condición con la que viven). Independientemente de cualquier cosa, todas tus acciones deberían demostrar que:

La psoriasis no es contagiosa.

Con cada nueva persona que sepa que la psoriasis no es contagiosa, el estigma irá disminuyendo.


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