“Una risa al día…” – 3 Sorprendentes Datos sobre las Enfermedades Cardiovasculares

Conoce cómo una risa al día puede ayudarte a evitar complicaciones cardiovasculares... ¡Especialmente los lunes!

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Dan

¿Qué puede decirnos una momia de 4.000 años sobre las enfermedades cardiovasculares? ¿Cómo puede una dosis diaria de risa mejorar tu salud? Descubrimos tres datos fascinantes sobre las enfermedades cardiovasculares, la ciencia detrás de ellas, y cómo pueden ayudar a cualquier persona a vivir con un corazón saludable.

Aterosclerosis en el Antiguo Egipto

Amanit celebrará su 4.000 cumpleaños el próximo año.

Ella es una de las 52 momias egipcias que tomó parte del fascinante estudio publicado en 2011, que investigaba la prevalencia de aterosclerosis en civilizaciones antiguas.

La aterosclerosis se forma a partir de sustancias de grasa que se acumulan en las arterias, la cual es la causa de muchas enfermedades cardiovasculares.

A lo largo de las diferentes épocas que abarcan dos milenios y medio, se cree que los antiguos egipcios fueron una población con grandes capacidades físicas.

La prevalencia de trabajos físicamente exigentes como la agricultura y la afición por los deportes ayudaron a mantener a la población en forma y fuerte.

Su dieta consistía en gran parte en granos de pan y cerveza, frutas, verduras, legumbres y una cantidad moderada de carne y productos lácteos. Según los estándares modernos, “el ciudadano egipcio promedio tenía una dieta excelente”.

Además, en ese momento el tabaco no estaba disponible.

Por lo tanto, el estilo de vida que llevaban evitaba muchos de los factores que pueden causar aterosclerosis.

Es razonable suponer que el estilo de vida moderno, repleto de alimentos procesados y trabajos de escritorio, es en gran parte culpable de la aterosclerosis y las afecciones posteriores, como la enfermedad cardíaca coronaria y los ataques cardíacos.

Sin embargo, la tomografía computarizada realizada en Amanit y en 52 de sus compatriotas encontró aterosclerosis probable o definitiva en 20 de ellos. El tejido vascular no se pudo identificar en ocho de los sujetos, por lo que fueron descartados del estudio. La prevalencia de aterosclerosis resultó ser bastante alta, del 45%.

Las momias fueron de una variedad de edades cuando murieron, y los investigadores estimaron que la probabilidad de tener aterosclerosis aumentó en casi un 10% por cada año de edad avanzada.

“¡Ah!”, puede decir, “pero muchas de las momias mejor conservadas del antiguo Egipto, y de hecho muchas de las utilizadas en el estudio, son de sacerdotes, reyes, reinas y princesas. Al estar en lo alto de la pirámide social, su dieta era más rica en grasas saturadas que la de los ciudadanos, como los agricultores, ya que comían carne de res, aves de caza y otros alimentos similares. Como tal, estos resultados no representan la diversidad de la civilización egipcia antigua”.

Un par de años más tarde, el mismo grupo de investigadores amplió el estudio, incluyendo las momias de los pueblos antiguos de Perú, del suroeste de América y de Alaska.

En todos los casos se identificó aterosclerosis, incluso en los Unanganes de las Islas Aleutianas, cuya dieta en gran parte de mariscos no se consideraría de alto riesgo.

Puede que se pregunte, “¿eso significa que todas las pautas actuales son tonterías y las elecciones de estilo de vida juegan un papel poco o nada importante en el desarrollo de la aterosclerosis?”

La respuesta es no. Existe evidencia de que la dieta y el estilo de vida son muy importantes en el riesgo de desarrollar aterosclerosis y enfermedades cardíacas posteriores. Sugerir lo contrario sería irresponsable.

Como los investigadores afirman, existen limitaciones significativas a la hora de realizar estudios en cuerpos que tienen miles de años de antigüedad. Por ejemplo, no se puede determinar que la prevalencia de hipertensión y diabetes sean factores de riesgo para la aterosclerosis.

También se observa que las enfermedades infecciosas, los traumas y el hambre fueron las causas más comunes de muerte.

Los autores ponderan la posibilidad de que la adaptación genética provoca una respuesta inflamatoria beneficiosa contra la aterosclerosis durante la infancia y la edad reproductiva. Hoy en día sabemos que la aterosclerosis se va desarrollando con el paso del tiempo.

Por lo tanto, tanto el estudio como los autores del mismo no cuestionan el vínculo comunmente aceptado entre las opciones de estilo de vida y el riesgo de enfermedades del corazón.

Lo que hace este estudio, en sus palabras, es plantear “preguntas intrigantes sobre la naturaleza y el alcance de la predisposición humana al desarrollo de la aterosclerosis”.

Te diré por qué no te gustan los lunes...

Rainy Days and Mondays, Monday Morning Blues, I Don’t Like Mondays… parece que a los músicos no les gusta especialmente el primer día de la semana laboral, y no son los únicos.

La alarma de los lunes por la mañana no solo desmoraliza a muchas personas, sino que también es el momento de la semana con mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos.

Un estudio sueco publicado en el American Heart Journal el pasado mes de septiembre analizó los datos de los ataques cardíacos registrados entre 2006 y 2013, en más de 156.000 hospitales.

El invierno -la Navidad y el año nuevo en particular- fue la época con más riesgo del año, mientras que en julio se registraron menos ataques cardíacos.

Independientemente de la época del año, los lunes tenían hasta un 20% más de riesgo de ataque cardíaco que el resto de los días de la semana. Las horas pico del día para los ataques cardíacos se registran entre las 5 y las 10 de la mañana.

Se cree que el estrés de regresar al trabajo es un factor que contribuye al fenómeno. La forma en que el estrés está relacionado con los ataques al corazón y otras enfermedades cardiovasculares es un tema que sigue siendo investigado.

De todas maneras, más allá de toda sospecha, se cree que existe una conexión real entre el estrés y los ataques al corazón.

El estrés está relacionado con niveles altos de colesterol y presión arterial elevada. Las personas con estrés frecuente tienen menos probabilidades de hacer ejercicio y más probabilidades de fumar, comer en exceso y consumir más alcohol.

El alcohol juega otro papel clave, sobre todo durante el fin de semana, ya que es el momento en que más personas se exceden con la bebida.

Un estudio escocés reveló que durante un período de 10 años, un mayor número de pacientes ingresó un lunes por enfermedad cardíaca, obteniendo un resultado similar al de los estudios mencionados anteriormente.

Los autores destacaron específicamente la posibilidad de que el consumo excesivo de alcohol fuera, al menos en parte, responsable.

Esa teoría está respaldada por una investigación dirigida por Elizabeth Mostofsky en Harvard T.H. Chan School of Public Health, que investigó los efectos a corto plazo del consumo excesivo de alcohol.

Descubrieron que, si bien el consumo regular y moderado de alcohol tenía beneficios para la salud, consumir una gran cantidad de alcohol en un corto espacio de tiempo aumentaba el riesgo de ataques cardíacos al día siguiente.

Un consumo excesivo de alcohol a lo largo de la semana aumentó el riesgo de ataques cardíacos durante toda la semana siguiente.

En conclusión, es probablemente una combinación de distintas circunstancias las que hacen del lunes por la mañana un momento de la semana de tanto riesgo para tu corazón.

Para empeorar las cosas, los ataques cardíacos que ocurren entre las 6 de la mañana y el mediodía son más graves, según un estudio publicadoen la revista Heart.

En el Hospital Clínico San Carlos de Madrid se analizaron más de 800 pacientes que habían sufrido un infarto entre 2003 y 2009, y se detectó que las personas que tuvieron un infarto por la mañana tenían niveles más altos de daño tisular que los que habían tenido un infarto por la tarde.

“En general, hay un aumento esperado del 20% en la gravedad del infarto en pacientes con un ataque al corazón en el período de transición entre noche y día, en comparación con cualquier otra franja horaria.”

Esto se puede atribuir al reloj natural del cuerpo, o al ritmo circadiano, que influye en una variedad de funciones cardiovasculares.

Los autores sugieren que una de estas funciones afecta a la fluctuación de ciertas proteínas que actúan como mecanismo de defensa del cuerpo en caso de ataque cardíaco, y es durante cuando esta defensa es más vulnerable.

Todo esto puede sonar bastante negativo, y probablemente no sea lo mejor para animarte un lunes por la mañana, pero, la buena noticia es que hay una manera agradable de mitigar el riesgo de ataques cardíacos…

Las enfermedades cardíacas: ¿Una cuestión de risa?

El hecho de que el estrés aumente el riesgo de un ataque al corazón es una prueba del poder que tus emociones pueden tener en tu bienestar físico.

Lo mejor es que las emociones funcionan en ambos sentidos.

Parece que la risa ayuda a expandir el endotelio, el tejido que forma el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, lo que como consecuencia mejora el flujo sanguíneo.

Investigadores de la Universidad de Maryland mostraron a 20 personas, todas ellas sanas y no fumadoras, fragmentos de una película que induce a la risa. A otros 20 se les mostraron partes de películas que provocan angustia.

El flujo sanguíneo de 14 de las 20 personas que vieron la película angustiante se redujo en un promedio del 35%. Por el contrario, en 19 de las 20 personas que vieron la película divertida, el flujo sanguíneo mejoró en un promedio del 22%.

“La magnitud del cambio que vimos en el endotelio es similar al beneficio que podemos ver con la actividad aeróbica, pero sin los dolores y la tensión muscular asociados con el ejercicio.”

Esas fueron las palabras de Michael Miller, M.D., quien dirigió el estudio.

Si bien hizo hincapié en que la risa no es un reemplazo para el ejercicio, el Dr. Miller sugirió que 15 minutos de risa al día pueden mejorar la salud de tu sistema cardiovascular.

Tales resultados se replican en estudio similar que midió los efectos de la risa y el estrés sobre el flujo sanguíneo y la rigidez arterial, los cuales son predictores del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

También concluyó que la risa tiene un efecto beneficioso para la rigidez arterial, ya que mejora el flujo sanguíneo.

Los investigadores también notaron niveles más bajos de hormonas relacionadas con el estrés.

Lee Berk, DrPH., Profesor asociado en la Universidad de Loma Linda en California, ha dedicado gran parte de su carrera a investigar cómo las emociones y la risa influyen en el cuerpo.

Según el Dr. Berk, el efecto que la risa tiene sobre las hormonas ayuda más que solo el corazón.

“Reduce los niveles sanguíneos de hormonas de estrés perjudiciales cortisol, epinefrina y otras sustancias” dijo a Spectrum, “y sorprendentemente, cuando esas hormonas de estrés se reducen, numerosos componentes del sistema inmunitario pueden volver a optimizar y funcionar más normalmente.”

Los beneficios de la risa no son de corta duración, y pueden durar alrededor de 24 horas.

Por lo tanto, ya sean cosquillas o simples chistes, haz un esfuerzo para reírte todos los días, ya que puede tener beneficios a largo plazo para la salud.

En resumen: reírse regularmente y reír mucho. Especialmente los lunes por la mañana.


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